Los juegos de azar(loterías, cupones, bingo, maquinas tragaperras, quinielas, primitivas), algunos videojuegos, ver mucha televisión, navegar en exceso en internet o chatear puede ser emocionante al principio, pero ¡OJO! Pueden convertirse en algo peligroso: una enfermedad (como el juego patológico), o una adicción.
Y ¿Qué pasa si esto sucede?
Puedes tener problemas con tus padres (riñas, castigos, etc.). Puedes tener peleas con tus hermanos, amigos y compañeros, suspensos en el cole, puedes abandonar otras cosas divertidas (fútbol, bicicleta, hacer excursiones, etc.) Puedes quedarte solo (perder a tus amigos), tener pesadillas, quedarte sin dinero para tus cosas (zapatillas, cine, salir, hacer regalos,...).
¿Verdad que no mola que te pase esto?
Asi que, antes de nada, recuerda:
1. Las apuestas, mejor sin dinero.
2. En recreativos, fija una cantidad de dinero antes de empezar ¡Y no gastes más!
3.Pasa de pedir dinero prestado o fiado.
4. Si pierdes, no tomes la revancha. ¡Otro dia será!
5.Evitar tomar alcohol u otras drogas ¡No serás tu mismo!
6.Seguro que lo pasarás mejor jugando al fútbol y otros deportes que te gusten.
7.En los videojuegos fija un tiempo máximo para conseguir saltar de nivel. Si no lo consigues, inténtalo otro dia.
8.Si tu paga es pequeña lo mejor es ahorrar. No le des tu dinero a una máquina.
9.Si tras jugar mucho te encuentras mal (nervioso, dolor de ojos, manos o espalda, tienes pesadillas, etc.) es el momento de decírselo a tus padres o al profe y de dejar el videojuego durante un tiempo.
10.Te lo pasarás mejor jugando en equipo, no solo.
¿Afición o adicción?. Aprende a distinguir.
José tiene seis móviles, tiene contratos con los tres operadores, realiza llamadas constantemente y ha llegado a escribir 300 SMS diarios. Siente la terrible angustia cuando alguno de sus terminales se queda sin batería o pierde la cobertura. Cuando esto ocurre llega a sufrir palpitaciones y sudación incontrolada de las manos. José es, sin lugar a dudas, un adicto al móvil.
Una patología que, según los expertos, afecta a uno de cada mil españoles, y que se encuadra dentro de las denominadas "adicciones no tóxicas" que afecta principalmente a jóvenes y adolescentes que establecen una relación enfermiza con la tecnología y que no son capaces de diferenciar entre el uso y el abuso.