La
dismorfia muscular o vigorexia, es un
trastorno alimentario caracterizado por la presencia de una preocupación obsesiva por el físico y una
distorsión del
esquema corporal (
dismorfofobia). A veces referido como
anorexia nerviosa inversa o
complejo de Adonis, la dismorfia muscular es un tipo muy específico de
trastorno dismórfico corporal. Esta enfermedad es más común en los hombres.
La vigorexia no esta reconocida como enfermedad por la comunidad médica internacional, pero se trata de un
trastorno o desorden emocional donde las características físicas se perciben de manera distorsionada, al igual que lo que sucede cuando se padece
anorexia, pero a la inversa.
Una persona que siempre se encuentra con carencia de tonicidad y musculatura, puede sentir una necesidad obsesiva de realizar ejercicio físico para mejorar su aspecto corporal, haciéndolo de forma compulsiva, y con ello padecer vigorexia. Con esta, los cuerpos suelen desproporcionarse, adquiriendo una musculatura no acorde con la talla de la persona
Existen dos:
- La extrema actividad del deporte
- La ingesta compulsiva de proteínas para incrementar masa muscular, pero en el espejo verse débiles y seguir consumiendo más.
Implica una
adicción a la
actividad física (especialmente a la
musculación): los vigoréxicos suelen realizar
ejercicio físico excesivo, a fin de lograr un
desarrollo muscular mayor de lo
normal, pues de lo contrario se sienten
débiles o
enclenques. A esta exigencia se suma un
trastorno en la alimentación que se hace patente en una
dieta poco equilibrada en donde la cantidad de
proteínas y
carbohidratos consumidos es excesiva, mientras que la cantidad de
lípidos se reduce. Esto puede ocasionar
alteraciones metabólicas importantes, sobre todo cuando el vigoréxico consume
esteroides que ocasionan
cambios de humor repentinos.
La vigorexia ha aumentado en su frecuencia de aparición (ahora la proporción es cuatro de cada diez mil personas, pues lo que empieza con una simple idea de subir de peso puede ser una idea mortal. La baja autoestima, convulsiones,
mareos, dolores de cabeza y
taquicardias son síntomas de este desorden. Es más mortal que la
anorexia y
bulimia, ya que el cuerpo humano sólo puede soportar un período máximo de 6 meses con éstos trastornos.
Perfil de quién presenta este trastorno
- Obsesión por un cuerpo musculoso al extremo, ya que aunque ya lo haya conseguido, su visión está tan distorsionada, que al mirarse al espejo aún continuará viéndose débil.
- Distorsión de la imagen corporal.
- Autoestima baja.
- Autorregulamiento con dietas impuestas.
- Entrenamiento con dedicación compulsiva y casi exclusiva. Se deja en segundo plano otras actividades sociales o culturales.
- Adicción a la báscula.
- Tendencia a la automedicación.
- Dieta muy alta en proteínas, complementada con productos anabólicos y esteroides en la mayoría de las ocasiones.
Afecta tanto a mujeres como hombres, pero se trata de un trastorno mucho más
masculino. El individuo puede llegar a encontrarse aislado social y laboralmente debido a los trastornos emocionales que sufre.